La campana del recreo



Por: Sandro Bozzolo

© Marcus Vinicius 
Libertad. Esile struttura precaria, ragnatela costruita sul vuoto, entre parades de carceles formales.


Libertad, palabra musical y quimérica, escondida entre los desechos de los 
demás, pedazos de papeles raptados por el viento. Libertad, mar. Salada sobre la piel, llega la lluvia y todo arrastra, esconde. Libertad, castillo construido sobre los sueños prohibidos. Pedazo tras pedazo, imaginación al estado solido, líquido, gaseoso, libertad como único rumbo, libertad en los huecos de los pantalones, libertad pintada de verde, libertad veinteañera efímera y eterna, libertad suspendida en la brisa y en los cantos de quienes liberan su voz al mundo, libertad de equivocarse y creer que existe alguien que no lo está, libertad para los culpables de haber nacido encerrados en pedazos de carne que ya no quieren llevar puestos, libertad de pintar una noche negra sobre el mundo y conformarse luego con el milagro de la luz, libertad en los doce sonidos y libertad en la literatura, libertad di spalmare la crema dei pensieri che sorgono sospesi tra lingue diverse, per lasciarli volare crescere e morire così come nascono nell’anticamera là dentro. 
Libertad para los pueblos oprimidos y para todos los que un pueblo no lo 
quieren, libertad en las montañas de Tayikistán, en las aguas profundas de 
océanos cerebrales, en el desierto del pensamento abstracto, libertad a las 
cuatro de la tarde de un treinta y uno de agosto impreso en negro en el 
calendario, libertad también para todos los que viven encerrados allá en sus 
afueras, y no importa la contradicción encerrada entre palabras – libertad de 
contradicción. Libertad de rechazar, de apagar todas las cámaras y concentrarse 
en el futuro, libertad de imaginar una cuarta dimensión esperando el bus 
numero 22, libertad de emancipación para todos los que no se conforman, 
libertad de locura y libertad de los curas encerrados entre vínculos 
pasionales, libertad de creer en un dios a forma de abanico y libertad para la 
plata encerrada en los bolsillos de los gordos, libertad para los prejuicios, 
para que se vayan todos a otra galaxia, libertad.
Libertad. Ilusión de un momento, arena sutil entre los dedos. Cierro mis ojos 
y me entrego a tus colores, en este instante que ya no me pertenece, se libera 
de mí.